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Considerado como uno de los alimentos más completos que nos ofrece la naturaleza debido a un amplísimo catálogo de beneficios para la salud, además de ser un producto natural y riquísimo. Usado por pueblos de todas las cultural ya desde tiempos ancestrales, la miel siempre ha formado parte no solo de la dieta del hombre, sino que también ha sido usada en ritos y ceremonias, tal y como ya ocurría en el antiguo Egipto, donde se usaba para el proceso de momificación y como alimento de los difuntos en su viaje más allá de la muerte.
Fruto del trabajo de unos bichitos llamados abejas, a los que puede considerarse como unos auténticos alquimistas, la miel es producida después de ser libado el néctar de las flores y transformado mediante la enzima invertasa o sacarasa que está contenida en la saliva de las abejas. El néctar es depositado en los paneles de las celdas de la colmena donde pierde humedad hasta quedarse con solo un 18% de esta, formando lo que conocemos como miel.
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La miel, está formada por hasta 70 tipos distintos de sustancias dependiendo del origen del néctar y la ubicación geográfica de la colmena. Se puede decir que la miel es pura energía para nuestro organismo, además de aportarnos una larga lista de nutrientes, vitaminas, minerales y curiosamente, no es un alimento prohibido para los diabéticos, pues por ejemplo, la miel contiene un índice glucémico similar al de la patata y la carga glucémica de la patata es 4 veces superior que la de la miel, porque su ración habitual tiene 4 veces más carbo hidratos que la ración habitual de miel (1 cucharadita), así pues, con mucha cautela si eres diabético, puedes disfrutar de una cucharadita de miel muy de vez en cuando.
Además de todo lo anterior, la miel resulta que es un fármaco natural, estando indicado para el tratamiento de irritaciones de garganta, ulceras bucales y gástricas, tos, estimulante del riego coronario, indicada también en las enfermedades reumáticas y estimula el metabolismo hepático.
Existen muchos tipos de miel dependiendo de su procedencia, entre las más usadas destacan la miel mil flores, acacia, brezo, naranja, tomillo y romero, todas ellas con propiedades únicas, pero, que siempre los hay, debemos de asegurarnos que la miel que ingerimos ha sido producida de forma natural por nuestras queridas amigas las abejas y que su método de elaboración ha sido perfectamente controlado y que no contiene ningún tipo de añadidos o cualquier otro producto que modifique la naturaleza de la miel.
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Miel de Brezo[/caption]
En siguientes artículos, analizaremos más detenidamente el proceso de elaboración y las impresionantes virtudes de este producto que nos ofrece nuestro supermercado natural.
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Miel de romero[/caption]